Perdoname por ayer


"Perdoname por ayer" es una obra sencilla y poética ideal para quienes disfrutan de artes como la literatura, el cine y -por supuesto- el teatro. Sobre un escenario austero, en una sala de barrio, se desarrolla esta historia entretenida y emotiva, con permanentes situaciones humorísticas que alivian esa atmósfera de tristeza y soledad que habitan los protagonistas.

Lo literario aparece en este espectáculo en la medida en que la propuesta es esencialmente un cuento. Ya desde el comienzo Pedro se acerca al público a narrar lo que le sucedió tiempo atrás cuando, recién llegado de su Junín natal, consiguió trabajo como personal de mantenimiento en un hospital público y conoció en una de las salas de espera a Emilia. Pedro va y viene del relato a los hechos con naturalidad, un logro de la interpretación y la dirección, entretejiendo su presente con ese recuerdo. Emilia, en tanto, administra sus tiempos, sus silencios y sus palabras en función de la historia que ese desconocido va desplegando.

Lo cinematográfico se manifiesta en un doble sentido. Por un lado, el nivel de detalle de los gestos, las miradas y los desplazamientos de los actores que, ayudados por la proximidad entre las butacas y el escenario, acerca a los personajes como a través de la mirada de una cámara. Se trataría de un cine sin efectos, íntimo, ese que permite presenciar las lágrimas y las sonrisas como si estuviéramos junto a los protagonistas. Por otro lado, porque el texto -creado de manera colectiva por el director y los actores- fue elaborado con cuidado y es evidente que fue escrito, reescrito, que se han elegido las palabras con una precisión justa en busca de la emoción, la metáfora, la risa cómplice. Un guión prolijo al servicio de las imágenes que componen una pequeña historia de encuentro entre dos desconocidos.

Lo teatral, finalmente, emerge porque "Perdoname por ayer" es sin otras pretensiones una obra que, desde las actuaciones, la dirección, la puesta de luces, el vestuario, la escenografía y la música, permite al espectador dejarse llevar por los pasillos de una historia y disfrutar del placer de espiar durante poco más de una hora una realidad inventada -que puede haberle ocurrido a alguien y al mismo tiempo está colmada de vivencias que nos atraviesan a todos- . Y eso ocurre en presente, con un amor del elenco hacia el teatro como ritual estético y un respeto por el público como amante también de los escenarios. Un público que sale de la sala con la impresión de haberse llevado algo, como cada vez que damos vuelta la última hoja de un buen libro o vemos pasar los títulos de esas películas que nos dejan grabada una bella historia.

Perdoname por ayer
Actuación: Luis Lusardi y Mariana Mayoraz / Música: Agustina Crespo / Escenografía y vestuario: Celina Silveyra / Diseño gráfico: Sofía Noceti / Iluminación: Yamil Chapa y Joaquín Boerr / Producción: Ángeles Shaw de Estrada / Dirección: Lucas Palacios

Funciones: viernes, 22 hs.
Machado Teatro, Antonio Machado 617, CABA.
Entrada: $100. (en venta por Alternativa Teatral)

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